martes, 7 de julio de 2009

Como me hice cristiano


Cuando platico con algún cristiano que acabo de conocer, generalmente surge la pregunta… “¿y tú, como te convertiste?” Normalmente respondo “Es una larga historia”… en realidad no es larga, simplemente es poco interesante.



Pero como algunos saben, me gusta ponerle un poco de sabor a las cosas que cuento (en otras palabras, soy muy chorero), No tengo una historia conmovedora como algunos que se paran frente a la audiencia de la iglesia y hablan de cómo Gracias a Nuestro Señor salieron de las drogas, del alcoholismo o de la miseria… quizás por eso siento que mi historia quizás es un poco trivial, aunque para Dios ninguna vida lo es…



Hay quienes pensaran que por ser fan de Vico C me convertí escuchando su música, pero no se acercan siquiera, yo ya tenía 2 años de haberme convertido cuando escuche su disco “Aquel que había muerto”, en lo que si influyo fue en mi decisión de volver a hacer rap y hacerlo con mensaje evangélico.



En fin, todo empezó cuando tenía unos 20 años, criado en una familia tradicionalmente católica, asistí a la doctrina y como no fui un alumno precisamente sobresaliente tenia vagas nociones de lo que era mi credo; una vez oí a La Doña (María Félix) que en una entrevista le preguntaron si creía en Dios, y ella respondió que tenía su propio Dios, porque según ella, El era lo que nosotros queramos creer (a estas alturas ya se habrá enterado si es así); Su opinión me pareció interesante y decidí adoptar esa creencia; un tiempo después tuve una novia que intento hablarme de Cristo un par de veces, pero nunca se atrevió a abordarlo de lleno porque yo era muy tajante al respecto.



Mi mundo giraba en torno a 2 cosas fundamentales, mi novia y mi “famosísimo” grupo de rap, pero ese mismo año perdí ambos, además deje de asistir a la escuela y créanme, quizás suene tonto ahora, pero para un chamaco de 20 años con delirio de Vanilla Ice, era el fin del mundo.
Mi en ese momento exnovia empezó a andar con un cristiano, y naturalmente eso no me cayó en gracia, y si… lo admito, lance una que otra blasfemia, decía que el cristianismo era para gente sin vida ni ambiciones, que todas las prohibiciones que tenían los limitaban… bueno esa era la idea que tenia del cristianismo.



Irónicamente, fueron la hermana de mi ex y un ex miembro de mi grupo, quienes me hablaron del plan de salvación; un buen día, discutiendo sobre el tema, mi amigo Mike me dijo “no puedes dar tu opinión acerca de algo que no conoces, ¿ya leíste la biblia?” me preguntó.
Le dije que no, pero que la iba a leer y le iba a demostrar que todo lo que estaba ahí no era más que tonterías.



Leí los cuatro evangelios, y como dicen “no se pueden leer los evangelios sin sentir la presencia de Jesucristo”. Fue algo que simplemente me abrió las puertas a algo nuevo, inimaginable, literalmente me enamore de Jesús, y a partir de ahí empecé a querer aprender más.
La bronca era que empecé a acudir a la misma iglesia de mi ex, y surgió mi primera tribulación, mi primera duda… ¿estaba ahí porque genuinamente estaba buscando de Dios, o seria que inconscientemente estaba ahí por ella?



Encontrar la respuesta me tomo mucho tiempo, ahora lo medito y creo que el hecho de haberme preguntado eso ya era parte del proceso, poco a poco mi relación con Dios fue evolucionando, cambiando, con sus altas y bajas como cualquier relación, vinieron tribulaciones mucho más grandes, tiempo de crisis espirituales que han formado parte de mi crecimiento, y que, aunque con cierto temor, pienso que no han acabado; digo que con cierto temor porque nunca han sido agradables, pero ¿para quien lo ha sido?



Sin embargo, Dios me demuestra día a día que como todo buen padre está dispuesto a enseñarnos lecciones para nuestro propio bien, y sé que cada prueba, cada llanto, han valido la pena; y estoy muy agradecido por eso, porque me ha convertido en la persona que soy, quizás igual de imperfecta por fuera pero lleno del Reino de Dios por dentro; por eso no dudo ni un segundo en recomendar a quien no lo conozca, que lo busque, porque A Dios solo se le puede conocer experimentándolo.


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