jueves, 13 de agosto de 2009

Plan de Salvación para dummies

La gente a veces nos cuestiona (a los cristianos) acerca de nuestra convicción, generalmente lo primero que nos preguntan es porque no creemos en los santos; siendo la iglesia Católica la religión oficial, es comprensible, pero más que responder en que no creemos, decidí escribir en qué creemos, que es lo más importante, por eso la siguiente explicación clara y breve de lo que conocemos como el “Plan de Salvación” que Dios tiene para nosotros, los seres humanos, y en lo que está basada nuestra creencia.

La Biblia es una serie de manuscritos hechos por gente que fueron inspirados por Dios, afirmamos esto porque su contenido es de tal naturaleza espiritual que solo pudo haber sido revelada por inspiración divina

Dado lo anterior, podemos decir que lo que contiene la Biblia es la palabra de Dios, esta palabra en sus primeros capítulos nos habla de cómo el hombre (Adán) y la mujer (Eva) desobedecieron las indicaciones de Dios de no comer del fruto prohibido (el conocimiento del bien y del mal), al hacerlo, el hombre (como genero) perdió la relación directa con Dios y comenzó a experimentar el pecado, pecado significa “trasgresión”, el primer pecado del ser humano fue querer ser como Dios, razón por la cual comió de ese fruto.

Sin embargo, Dios en su infinita compasión prometió un salvador, un mesías, o mediador que iba a restaurar la relación del hombre con El, esta promesa se cumplió con Jesucristo, quien con su vida ejemplar, sus enseñanzas y su sacrificio, nos mostro el camino para volver a esa relación.

En ese tiempo la religión oficial no entendió, o no quiso entender el mensaje, quizás porque Jesús sugería un cambio demasiado radical; enseñanzas como la prioridad de lo espiritual sobre lo material, la importancia de aplicar lo que dicen las escrituras en lugar de encerrarse en los templos a estudiarlas y llevar a cabo reglas, rituales y sacrificios vanos, también quizás por denunciar las trasgresiones de los propios religiosos de la época, decidieron darle muerte.

La manera en la que los religiosos de la época le dieron muerte a Cristo fue alevosa y deshonesta, Jesús fue ejecutado como un agitador de esos que alientan al pueblo a revelarse contra el gobierno, que en ese tiempo era Roma. ¿Cómo lo lograron? Alterando lo que Jesús predicó de tal manera que pareciera que era eso lo que hacía.

Pero todo lo que sucedió fue profetizado en las escrituras, en muchos pasajes se habla de las circunstancias en las que el mesías se iba a identificar, dando a Jesucristo la legitimidad de su naturaleza: Mesías y Salvador del mundo

Al aceptar a Jesucristo como Salvador, comenzamos una nueva relación como hijos de Dios y ya no como simples criaturas, y empieza nuestro crecimiento espiritual, para eso hay que dejar que Dios nos instruya por medio de su palabra (la Biblia), la relación con otros creyentes para ayudarnos en nuestro crecimiento (la congregación) y la revelación de Dios en nuestra vida diaria.

Todo lo anterior quizás suene utópico o desquiciado, pero solo la experiencia de esta relación que Dios nos ofrece podrá hacernos entenderlo, los preceptos cristianos a veces son interpretados como meras simbologías, muchos han pasado toda su vida indagando, estudiando e investigando, pero lo curioso es que este plan de salvación es accesible tanto para el erudito como para el iletrado, esto no significa que para ser creyente hay que ser ignorante, pero la sabiduría de Dios es tan grande que se extiende y abarca a todo ser humano.

Si en este momento quieres darle la bienvenida a Jesucristo en tu vida, solo tienes que decirlo en voz alta y creerlo en tu corazón, puedes decir algo como “Jesús, creo que tu eres el salvador y que viviste, moriste y resucitaste para pagar mis pecados, quiero que entres en mi vida y seas tú quien ahora la dirija, Amen”.

Así de simple y sencillo es formar parte del reino de Dios
¡Dios les bendiga!

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