jueves, 13 de agosto de 2009

¿En manos de quien de esta México en realidad?

Esta pregunta siempre está acompañada de un tinte político o activista, queremos que en México dejen de progresar solo unos cuantos a costa de la mayoría; vemos contrastes tan marcados como los políticos que ganan cantidades estratosféricas sin hacer prácticamente nada mientras el pueblo se muere de hambre trabajando de sol a sol; lo que vemos en las noticias es indignante, altos mandos involucrados en casos de corrupción y colaboración con el crimen organizado, cohecho, tráfico de influencias, fraude… nos hace preguntarnos ¿cuándo terminara esto? ¿Quién vendrá y pondrá fin a esto de una vez por todas?

Los fatalistas dirían que esto no tiene solución, los extremistas dirían que solo un levantamiento en armas hará la diferencia… pero todos en el fondo sabemos donde en realidad está la solución, todos lo hemos escuchado alguna vez… pero nos encanta hacernos a los tontos y perder el tiempo en quejarnos, al fin y al cabo la idiosincrasia del Mexicano está basada en esta práctica: perder el tiempo quejándose y no hacer nada… ¿Porque? Fácil… porque es lo más cómodo.

Vemos como los obreros se rompen el lomo todos los días por un raquítico salario mínimo, apenas sale para lo indispensable… pero eso sí, no puede faltar todos los fines de semana agarrar la jarra con los amigos, con la idea de que de alguna forma hay que compensar la mendiga vida que nos toco vivir… y es que ese pequeño grupo de gente privilegiada del país subsiste gracias a esto… el conformismo, el derrotismo, el que el pueblo no quiera superarse; la realidad es dura, pero el pueblo está estancado no por el gobierno, no por los políticos… ellos solo se aprovechan de la situación y es que así es, el pueblo perece porque no conoce; es así como las compañías cerveceras y tabaqueras crean sus imperios, se infiltran en los deportes, eventos culturales, en la misma música y nos tienen creyendo que no pasa nada, que lo amargo de la vida se compensa con una semana de carnaval y un mes de feria, las masas hacen hasta lo imposible por formar parte de esto y al poco tiempo vuelven a la realidad, gastan de mas y a veces tienen que deshacerse de sus bienes, familias se desintegran por la situación económica que se agrava muchas veces por excesos que en realidad no podemos costearnos, cierto que hay factores que quizás no están en nuestras manos, pero lo que sí está en nuestras manos es la decisión de ir hacia a delante, progresar, algunos dirán que no tuvieron la oportunidad de adquirir estudios y que hablo porque nunca estuve en sus pantalones, pero la realidad es que mi formación académica no es precisamente la más sobresaliente, y lo que me ha llevado al modesto, pero digno lugar en el que estoy (lugar en el que por cierto, no pienso quedarme) ha sido la perseverancia, las ganas de superarme y sobretodo la fe.

Detengámonos un momento a pensar, ¿Por qué la educación pública es tan deplorable? ¿Por falta de presupuesto?, ¿incompetencia de los educadores? No. Lo que pasa es que hay una reciprocidad entre el pueblo y la gente de arriba, el pueblo no se quiere educar, pues allá arriba tampoco insisten, los medios nos muestran programas y películas donde el rico es malo y déspota, y el pobre es el protagonista, para hacernos creer que el dinero es malo, y así podamos decir: “De ser rico malo a ser pobre bueno, prefiero permanecer pobre”

El dinero en realidad no es malo, la diferencia la hace la REACCION del ser humano ante el dinero, y es que, ¿a poco no es clásica la frase “Nomas tuvo un peso en la bolsa y se asusto”’, eso señores, es otro cáncer de la sociedad, creemos que el dinero hará la diferencia y vemos como muchos buscan hacerse ricos fácilmente, los que se hacen de dinero ilegítimamente no siguen el proceso de SUPERACION personal que conlleva un legitimo esfuerzo por obtener las cosas, ¿y cuál es el resultado? Un país como México, donde (me atrevería a decir que) más de la mitad de la riqueza se obtiene de forma ilegal y aun así, el problema no se va, si no al contrario, se hace más grave.

¿Y en manos de quien esta México realmente? Es sencillo, en las nuestras, en nosotros esta tener la suficiente firmeza de hacer la diferencia, educarnos, superarnos personal y económicamente, leer, aprender acerca de nuestros derechos, de la ley, del sentido verdadero de la vida, hacer a un lado los placeres inmediatos que solo son momentáneos para perseguir beneficios duraderos; educarnos en cómo hacer para ahorrar, cuidar nuestro dinero, salir de deudas, porque las deudas nos estacan económicamente, las instituciones financieras se aprovechan de la fantasía que tenemos al comprar a crédito, creemos que obtener bienes nos hacen mejores personas, pero en realidad adquirimos deudas, pagamos intereses que al final de la jornada equivalen a más de la mitad de lo que sacamos a crédito, en otras palabras, si hoy saco una tele de $ 10,000, con el interés que pago en total podría comprarme unos muebles de $6,000; esa, es nuestra triste realidad, vivimos en la fantasía de que estamos bien como estamos y no es así, nos hacernos los tontos como si no tuviéramos nada que ver con una situación que en realidad nos afecta directamente.

¿En manos de quién esta México, realmente? Vuelvo a preguntar; en las mías y en las tuyas, una nación es el reflejo de cada una de las personas que lo integran, el cambio solo se hará cuando dejemos de echarle la culpa a los demás y decidamos tomar el control y actuar.

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